Hay barbas y barbas. Hay barbas de moda y hay barbas que nunca pasarán de moda. Me refiero a esas barbas en las que todos los niños sueñan estos días: una blanca, una castaña y otra morena. Los Tres Reyes Magos ya están de camino un año más y, para no defraudar a nadie (incluidos los adultos), vuelven con sus pobladas barbas.
Sin embargo, por legendarias y entrañables que nos resulten estas barbas, si el resto del año los Tres Reyes Magos trabajaran expuestos a polvos, gases, fibras o vapores tóxicos nuestros recuerdos infantiles navideños estarían asociados a tres lampiños reyes de Oriente. No, estoy de acuerdo, no sería lo mismo.
Pues bien, el vello facial, de moda o no, supone un problema para el uso de un EPI fundamental en trabajos realizados en ambientes en los que flotan sustancias que pueden afectar las vías respiratorias. Para trabajar en estos espacios es indispensable el uso de respiradores de ajuste hermético, que exigen un cierre ajustado entre el EPI y la cara o el cuello del usuario, de forma que el aire contaminado no pueda colarse y ser respirado.
La estanqueidad en este tipo de trabajos es crucial para que esta medida preventiva cumpla con su cometido. Por ello, es importante realizar una prueba de ajuste para comprobar que la máscara se ajusta perfectamente a la cara del usuario, y realizar esta prueba con frecuencia para garantizar que el ajuste se mantiene.
Pero no solo las barbas pueden quebrar el hermetismo de los respiradores y, por tanto, restar o anular su efectividad. También pendientes, pañuelos para la cabeza, pelucas o piercings faciales no son amigos de la prevención en estos casos.
Con estos datos, ya podemos decir que sabemos algo más de los Reyes Magos. No sabemos muy bien a qué se dedican el resto del año, pero lo que sí sabemos es lo que no hacen: no trabajan en atmósferas tóxicas, pues no solo la barba se lo impediría sino también el turbante, la corona o los aretes en las orejas.
Pero, dejando de lado a qué se dedican o no el resto del año, como chiquillos en UCAE de Grupo Leader seguimos esperando un año más el retorno de sus barbudas majestades. Siempre manteniendo la ilusión.